Es necesario saber que la humanidad vive con la conciencia dormida. Las gentes trabajan soñando. Las gentes andan por las calles soñando, las gentes viven y mueren soñando.
Cuando hemos llegado a la conclusión de que todo el mundo vive dormido, comprendemos la necesidad de despertar. Necesitamos el despertar de la conciencia. Queremos el despertar de la conciencia.
EL SUEÑO
Durante el sueño, el Ego se escapa del cuerpo físico. Esta
salida del Ego es necesaria para que el cuerno vital pueda re-
parar el cuerno físico. En los mundos internos el Ego anda so-
ñando. Realmente podemos asegurar que el Ego se lleva sus
sueños a los mundos internos. En los mundos internos el Ego
se ocupa de las mismas cosas que lo tienen fascinado en el fí-
sico. Así vemos al carpintero durante el sueño en su carpinte-
ría, al policía cuidando calles, al peluquero en la peluquería,
al herrero en su herrería, al borracho en la taberna o cantina,
a la prostituta en la casa de sus placeres, entregada a la luju-
ria, etc., etc. Viven todas esas gentes en los mundos internos
como si estuvieran en el mundo físico. A ningún viviente se le
ocurre preguntarse a sí mismo durante el sueño si está en el
mundo físico o en el astral. Los que se han hecho semejante
pregunta durante el sueño, han despertado en los mundos in-
ternos, entonces con asombro han podido estudiar todas las
maravillas de los mundos superiores. Sólo acostumbrándonos
a hacemos semejante pregunta de instante en instante durante
el estado llamado de vigilia podemos llegar a hacernos seme-
jante pregunta en los mundos superiores durante las horas en-
tregadas al sueño. Es claro que durante el sueño repetimos
todo lo que hacemos durante el día; si durante el día acos-
tumbramos a hacernos esta pregunta, durante el sueño noc-
turno, estando fuera del cuerpo, resultaremos repitiéndonos la
misma pregunta. El resultado será el despertar de la concien-
cia.
Quien despierta la conciencia ya no puede soñar aquí en
este plano físico, ni tampoco en los mundos internos. Quien
despierta la conciencia deja de soñar
SAMAEL AUN WEOR
A lo largo y ancho de este mundo están llegando mensajes en los que se nos habla de cambios, en los que se nos estimula a una búsqueda de la propia entidad espiritual, al cambio de viejos paradigmas por otros que estén en sintonía con el momento presente y el devenir más inmediato. Ya se nos advirtió hace dos mil años de los tiempos que estaban por llegar y de cómo en odres viejos no podía echarse vino nuevo, hay que desprenderse de muchos conceptos de un largo pasado que no son válidos en estos tiempos que corren. Todo conocimiento y época han respondido a un estado de conciencia, por tanto nada que objetar, pero hoy hemos de mirar al momento que vivimos.
Somos universo y esto no es cuestión de entenderlo, pues entendido o no entendido, comprendido o no comprendido, lo que Es, es. Por ello todo cuando ocurre en el universo ocurre a cada uno en nuestra medida y en nuestro estado de conciencia. De igual forma todo cuanto nos ocurre está trascendiendo al universo, la sincronía es total. Siendo todo luz así ocurre.
Estamos viviendo una época maravillosa, de despertar humano. Tenemos una oportunidad única de dar un salto evolutivo excepcional.
A pesar de la aparente victoria de las fuerzas oscuras debemos estar atentos a la cantidad de seres que trabajan incansablemente por un mundo mejor, desde organizaciones políticas, religiosas, desde esfuerzos individuales, o a través de manifestaciones espontáneas, las cuales nos deben de llenar de orgullo como raza.
El momento es ahora, ya no hay tiempo que perder, existe un amplio espectro de actitudes positivas a tomar. Comencemos ya a trabajar con voluntad teniendo en cuenta el contexto general de los hechos.
Busquemos siempre el conocimiento general y profundo de las cosas, por aquello que dijo ese gran Maestro: SOLO LA VERDAD LOS HARÁ LIBRES.
MISIÓN RAHMA
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